Si echamos un vistazo a los libros de texto de ESO o Bachillerato utilizados en España en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura de estos últimos veinte años, descubriremos la falta de información que hay sobre el judeoespañol.
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Baruch de Spinoza
Baruch de Spinoza nació el 24 de noviembre de 1632 en Amsterdam, (Provincias Unidas de los Países Bajos). Provenía de una familia judía emigrada primero de España a Portugal y luego a Amsterdam, como consecuencia de las persecuciones que los judíos sufrieron a lo largo de los siglos XV y XVI en la península ibérica. La Holanda del siglo XVII, era el país europeo con mayor libertad política del momento, aunque no estaba exento de conflictos, y es por ello por lo que allí se refugiaban personas y grupos perseguidos por motivos políticos y religiosos, como era el caso de los judíos.
Al Andalus: Los sefardíes y su legado
Hoy presentamos un libro de Gabi Gleichmann, titulado “El Elixir de la inmortalidad” que recoge la vida de Baruch Spinoza y su vida familiar, cuyos ancestros habitaron en las ciudades de al-Ándalus. Como les ocurriera a los musulmanes, los judíos sefardíes se vieron obligados a abandonar sus casas y propiedades por la intransigencia de los nuevos gobernantes “Católicos, Apostólicos y Romanos”. Muchos de ellos huyeron a Portugal y luego a los Países Bajos, lugar donde se refugiaron innumerables familias sefardíes.
Novela histórica, para disfrutar y aprender de Al Ándalus.
La lectura de la novela histórica ayuda a entender el pasado, el presente y saber cómo abordar el futuro. La historia se estudia, pero si además se lee novelada los recuerdos quedan mejor, los detalles se saborean y nos permiten re-contextualizar las relaciones y los modos de vida. Soy andaluza, y como tal necesito conocer Al Andalus, la historia más próxima que nos grita cada día desde un edificio, desde una expresión, el nombre de una batalla, los nombres no oficiales de las calles, las comidas, los olores, nos recuerdan que el pasado existió -aunque no nos lo cuenten en la escuela-.
Recuperar nuestro pasado es una responsabilidad que tenemos, y leer novela histórica nos facilita la tarea. Abajo aparecen 20 libros que creo necesario conocer; tras leerlos es conveniente organizarlos, saber de qué etapa y de qué lugar hablamos. Las fechas son aproximadas, comenzando por el siglo, los años que comprende, el título del libro y una pequeña descripción del mismo. Si se leen además en este orden aprenderemos más, pues muchos nombres y personajes se repiten en las historias.
Los sefardíes y las llaves de España
El ladino, la llave de España
Después de siglos de permanecer apartados de la que es su tierra, los sefardíes rememoran las viejas historias de sus ancestros y cómo huyeron de Sefarad llevando con ellos las llaves de sus casas. Esas llaves permanecen hoy en un halo de leyenda, perdidas o quizá nunca conservadas en primer lugar. Pero el pueblo sefardí a lo largo y ancho del mundo ha conservado una llave mucho más importante: la llave del idioma, que los ha mantenido conectados durante siglos con España, ya sea consciente o inconscientemente, y que hoy les permite reivindicar y enorgullecerse de su pasado y de su herencia sefardí.
Este idioma ha sufrido la asimilación a las poblaciones locales con las que cohabitaban los sefardíes; por razones políticas o culturales, ha ido perdiendo peso en países como Turquía, la antigua Yugoslavia o los países centroeuropeos. Nacionalismos, prejuicios, la persecución o la alargada mano genocida de los nazis han dificultado la supervivencia del judeoespañol. Incluso hoy esta lengua se ve amenazada por su contacto con el español moderno, que resulta, por razones obvias, mucho más práctico para los hablantes del ladino que el propio ladino.
Para ampliar: “El español en Turquía”, Pablo Martín en El Orden Mundial, 2016
Sin embargo, los sefardíes continúan conservando como un tesoro el legado de sus ancestros, su salvoconducto de vuelta a casa: la verdadera y única llave de España que es el judeoespañol, que, a pesar de estar en grave riesgo de desaparición, mantiene viva la esperanza, hoy mucho más realizable, de volver alguna vez a Sefarad.