La obra de Cortés se destaca por su estudio detallado de las fuentes literarias de la tradición arábigo-andaluza, especialmente la marroquí. Su detallado estudio de los diferentes manuscritos que recogen las recopilaciones de los textos cantados representan el primer intento de estudio filológico de este corpus en toda su diversidad y complejidad, mucho más allá del prestigioso cancionero de al-Haik. Esta última compilación, considerada como canónica por los estudiosos, no es de ninguna forma la única fuente accecible para el estudio de esta tradición. Por medio del estudio comparativo de varias fuentes manuscritas, Cortés ha podido reconstruir en buena medida las fuentes literarias peninsulares y orientales, antiguas y más modernas, de los cantos arábigo-andaluces conocidos en la actualidad. Concluyendo esta breve reseña, podemos señalar dos desiderata para el futuro estudio de la música arábigo-andalua. La primera es el estudio de las estructuras musicales mismas y de sus importantes aspectos performativos. Es increible, pero hasta hoy día no existe un trabajo analítico a fondo, que explique en forma convincente la particularísima estructura modal de esta música en base a sus más importantes características: la ilación sin pausa de diferentes (pero muy similares) melodías en cada «movimiento» (mizan) y el uso de constelaciones diferentes de un mismo material tonal en modos diferentes. Segundo, es la incorporación al estudio de la música arábigo-andaluza de las importantes fuentes hebreas de esta misma tradición musical. Basta solo un ejemplo para recalcar el potencial de tal colaboración: Poché considera la cifra de veinticuatro modos mencionada por al-Haik como «simbólica» (p. 91), o sea como un vestigio de la teoría medieval ya perdida en la práctica del siglo XVIII, pero poseemos compilaciones hebreas de Tetuán de la misma época basadas explicitamente en veinticuatro modos. Tales testimonios pueden complementar a las lacunae de las fuentes árabes.
Etiqueta: música
Al-Sahili, contra el olvido
Al-Sahili es un gentilicio que significa «el de la Costa» que le vino de su abuelo materno, y al-Tuwayyin es un apodo: ‘El Perolico’. Su mejor biógrafo es Ibn al-Jatib en la Ihata. Especialista de la poesía de este autor es el arabista Fernando Nicolás Velázquez Basanta que la recogió en su libro: Un matanabbi andaluz (Cádiz, 1999).
De familia acomodada, su padre fue un alfaquí, experto en partición de herencias, ejerciendo en el gremio de los perfumistas en el zoco de las especias de Granada.
Palestine underground: A new face for local radio
Hunched down in front of a DJ console, Yousef Anastas assiduously manages the decks, preparing the mix and adjusting the atmospherics of the ambient track he is playing. It is haunting and trance-like: the drone-like synthesiser he has programmed melds into the repeated strumming of an oud – a Middle Eastern stringed instrument – with increasing intensity. It feels as if it is urgently attempting to break free within the mix. It seems like an apt sonic metaphor for life in the 33-year-old’s native Palestine.
Yousef is performing this set together with several other Middle East-based DJs for Sonic Liberation Front, a months-long broadcast intended as a collective artistic show of support for Palestinian liberation.
Catalunya, recuperando el legado andalusí
Presentamos vídeo sobre sufismo en Cataluña pues, aunque no sea muy conocido ni reconocido, Cataluña formó parte durante un lago periodo de al-Ándalus. En ese periodo se divulgó el sufismo andalusí que, como cualquier otra expresión intelectual o religiosa, participaba del respeto a las diversas formas religiosas.
Jarchas mozárabes, los incómodos versos románticos que cuestionan el origen del castellano desde Córdoba
Las jarchas mozárabes son un género literario prácticamente desconocido. Descubiertas a mediados del siglo XX por casualidad, su origen e historia son fascinantes y plantean serios interrogantes sobre cómo, cuándo y, sobre todo, dónde comenzó a desarrollarse el castellano. Puede que Castilla o España, según la versión, le dieran el nombre al idioma que hoy hablamos 580 millones de personas en todo el mundo; pero tal vez, y sólo tal vez, Córdoba y los poetas andalusíes hayan tenido mucho que ver.
Las jarchas mozárabes son breves canciones populares escritas desde el siglo X en Al-Andalus por poetas cristianos, musulmanes o hebreos, que se colocaban al final de composiciones más largas árabe culto (conocidas como «moaxajas» o «mujasawa»). Paolo Azzone, estudioso italiano que acaba de traducir las jarchas por primera vez a su idioma natal, las define como «pequeñas joyas que se montan en composiciones literarias y que reflejan el mundo de la Andalucía en tiempos islámicos, cuando las tres lenguas, culturas y religiones se compenetraban».