La investigación moderna desmiente el falso mito de la invasión árabe que dividió la península Ibérica en dos bloques étnicos.
Tortosa, en algún momento del año 714. El ejército árabe de Táriq ibn Ziyad (que tres años antes había cruzado el estrecho de Gibraltar) pasaba el río Ebro e iniciaba la conquista militar del extremo nororiental de la península Ibérica, el territorio que actualmente corresponde a Catalunya y que en aquel momento era la mitad norte del conventus Tarraconense (una de las tres subdivisiones de la provincia hispanovisigótica de la Tarraconense o Iberia). Durante siglos, la historiografía española se empeñó en relatar aquel fenómeno como una invasión, protagonizada por centenares de miles de árabes y de bereberes, que alteró radicalmente el paisaje étnico peninsular. Pero las investigaciones más recientes delatan que el elemento árabe y bereber fue muy minoritario, sobre todo en el norte del Ebro. Así pues, ¿quiénes eran los moriscos catalanes?