La investigación moderna desmiente el falso mito de la invasión árabe que dividió la península Ibérica en dos bloques étnicos.
Tortosa, en algún momento del año 714. El ejército árabe de Táriq ibn Ziyad (que tres años antes había cruzado el estrecho de Gibraltar) pasaba el río Ebro e iniciaba la conquista militar del extremo nororiental de la península Ibérica, el territorio que actualmente corresponde a Catalunya y que en aquel momento era la mitad norte del conventus Tarraconense (una de las tres subdivisiones de la provincia hispanovisigótica de la Tarraconense o Iberia). Durante siglos, la historiografía española se empeñó en relatar aquel fenómeno como una invasión, protagonizada por centenares de miles de árabes y de bereberes, que alteró radicalmente el paisaje étnico peninsular. Pero las investigaciones más recientes delatan que el elemento árabe y bereber fue muy minoritario, sobre todo en el norte del Ebro. Así pues, ¿quiénes eran los moriscos catalanes?
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La guerra, por muy silenciada, no resolverá la crisis de Yemen
Siete años de conflicto han llevado a Yemen a una de las peores crisis humanitarias del mundo. Destrucción, ataques a la población, hambre, enfermedades, miles de víctimas y desplazados componen una desoladora estampa ante la que la mal llamada comunidad internacional sigue mirando hacia otro lado.
Granada, Canarias, América. El uso de prácticas aterrorizantes en la praxis de tres conquistas, 1482-1557
El uso del terror, de la crueldad, de la violencia extrema de manera sistemática con fines político-bélicos de conquista y sometimiento, sin ser desconocido, por supuesto, en el mundo griego –la destrucción de Tebas (o de Tiro) por Alejandro sería un buen ejemplo y no el único–, parece ser una gran aportación de Roma. El asedio y parcial destrucción de Atenas por Sila en 87-86 a. C. sirvió para que los enemigos de Roma supiesen que nadie podría escapar del castigo. “La lección era muy sencilla, y demuestra una vez más el gran control que Sila tenía del uso del miedo como herramienta de coerción”, señala Borja Antela . Por su parte, Simone Weil argumentó:
“Nadie ha igualado nunca a los romanos en el uso de la crueldad. […] la crueldad fría, calculada, aquella que constituye un método, la crueldad que ninguna inestabilidad de humor, ninguna consideración de prudencia, respeto o piedad puede atemperar, una crueldad semejante constituye un instrumento incomparable de dominación”.
«La esclavitud y el etnocidio se celebran en España como Día Nacional»
A escasos días de la celebración de la Hispanidad, el 12 de octubre, Huaco retrato analiza las heridas que aún palpitan en América Latina por culpa de lo que se proclamó en esa fecha. La novela de Gabriela Wiener no va sobre Charles, pues «sobran historias sobre los patriarcas». Es un homenaje a las Marías borradas de la historia familiar y a los bastardos abandonados. Va de descolonizar el relato, y nada mejor que la víspera del Día de la Hispanidad para hacerlo.
El amor como arma de resistencia
La autora recuerda la Gran Redada que miles de gitanos sufrieron el 29 de julio de 1749. Y lo hace reclamando el amor y el cariño a la identidad gitana, “hacia una moral nuestra, hacia un sentimiento que gira en torno a nuestro pasado”. Y lo hace también por la memoria.
Aquel miércoles, 29 de julio, Juana, la viuda de Baltasar de Vargas, echaba el rato a la fresca. Sentada en su silla de enea delante de la puerta de su casa. Conversando con las otras gitanas del barrio gitano de Orihuela; sí, ese mismo barrio donde siglos después nacería un cabrero poeta que sembró los vientos del pueblo de libertad y que se llamó Miguel Hernández.
Trenzaban pitas de esparto mientras charlaban. Juana de Vargas de vez en cuando levantaba la mirada para ver dónde paraba Lucía, que jugaba con las otras niñas, primas y vecinas, a quienes conocía de toda la vida. Juana de Vargas, abuela de Lucía, se conservaba estupendamente. Tenía la avanzada edad de 64 años -para ser gitana y mujer de 1749, había vivido muchos años- y todavía le quedaban fuerzas para jugar con su nieta, trabajar, cuidar de sus hijas y mucho más.