Hay un desván en el olvido donde la oscuridad es más oscura que las alas de los cuervos. Un agujero negro en la memoria donde no alcanza la luz porque alguien cerró la puerta al recuerdo. Una cueva en el corazón donde se confinó el dolor por la ausencia de las mujeres en los libros de historia. Pues muy lejos de allí, en el rincón más desatento y profundo de ese desván que casi nadie conoce, todavía esperan las mujeres de Al Ándalus a que abran la puerta.