El PP y Vox se han inventado un discurso neoimperial según el cual la conquista fue en realidad un acto supremo de generosidad para liberar a los indígenas de unos tiranos «salvajes e incluso caníbales».
Éramos pocos y parió Toni Cantó. Como si no hubiésemos tenido ya suficiente con los roñosos delirios imperiales de Ayuso y los chistes flojos de Aznar, el director de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid (creo que así se llama el chiringuito) sintetizó magistralmente el nuevo discurso de la derecha sobre lo que ocurrió en América tras los viajes de Colón: el continente no fue conquistado, sino «liberado de un poder absolutamente brutal, salvaje, incluso caníbal».