Diáspora andalusí y genocidio
La fecha del año 711 marca la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica y señala la derrota del Reino Visigodo de Toledo. Desde entonces se han ido sucediendo una serie de emigraciones desde el sur hacia el norte peninsular, cuya gente emigrada se le ha dado de nombre «mozárabes» de forma incorrecta pues aún no era existente un poder netamente árabe ni, por supuesto, islámico. La llegada del Omeya Abd al Rahman I, y su nombramiento como emir comienza un nuevo cuerpo político y administrativo de un territorio será denominado como al-Ándalus. Es en este momento cuando se puede detallar la existencia de una población diversa: mozárabes, judíos y musulmanes.
Las sucesivas emigraciones de la población andalusí, unas veces hacia el norte y otras hacia el sur, fueron motivados por diferentes conflictos sociales y políticos que nada tienen que ver con una «guerra religiosa. Fue en la Batalla de las Navas de Tolosa (en árabe batalla de Al-Uqab que significa Batalla del castigo) comienza la Guerra de Conquista y el inicio de destrucción de toda la civilización andalusí. Y con ella se inauguró un genocidio contra la población andalusí que culminó con la Toma de Granada, la expulsión de judíos y musulmanes, o bien aceptar la conversión a la nueva religión: el catolicismo. Y finalmente terminaron por expulsar a los cristianos nuevos, moriscos, tratando de borrar cualquier huella que recordara a al-Ándalus. Y todo ese proceso puede ser considerado como un GENOCIDIO.
La definición de genocidio contemplada por la Corte Penal Internacional es perfectamente aplicable, en todos sus puntos, a los procesos aplicados contra los moriscos. En el caso de los moriscos, sólo el 28 de Noviembre de 2009 la Comisión de Asuntos Exteriores del gobierno español ha aprobado un reconocimiento oficial de la “injusticia” cometida contra los moriscos hace 400 años -con la negación de PP y CiU- (Europa Press, 2009).
En cuanto a los elementos de un genocidio, el primero de ellos, el objetivo, ha sido bien definido y argumentado en ambos casos: la ocupación total de un país expulsando a la población nativa, para constituir un estado-nación definido por una religión, y con miedo por su “seguridad”. Éstas han sido las razones que han deshumanizado el enemigo, el otro, sin permitir ninguna empatía con la víctima, e incluso culpándola de su propio sufrimiento.
En este espacio ofrecemos los textos, videos, documentos e investigaciones publicados sobre el genocidio andalusí. También ofrecemos información de los últimos libros publicados y sus correspondiente enlace hacia su editorial.