Autora: Marta Pérez-Castro
Fuente: Universidad Nómada Andaluza/Universidad de Sevilla
Resumen:
Con una lectura puramente visual y simbólica es posible llegar a identificar procesos sociales más profundos. Ya que las relaciones entre el signo, la sociedad y la memoria indican el orden cultural dominante en un contexto determinado, así como las causas que lo mantiene (influencia e imposición) y los efectos sobre la población donde se produce (alienación y resiliencia cultural). Los signos visuales (bidimensionales) además de configurar el modo de entender el espacio (tridimensional) reflejan las dinámicas sociales y políticas (el factor tiempo). Para tener una visión más completa del momento y contexto es necesario interrelacionar el arte con la sociología y la historia. En el caso concreto andalusí existe un punto de inflexión en el que se produce un cambio de visualidad, quedando reflejado principalmente en la escritura (árabe y latina), la utilización de símbolos (lo mudéjar, la cruz) y la organización de los espacios destinados al arte (templos, museos, salas de exposiciones): funcionando como índices visuales de dinámicas sociales que llegan hasta la actualidad. Lo visual respalda lo social y viceversa, configurando y manteniendo una determinada cosmovisión. Si existe continuidad visual, existe continuidad en el ámbito social.