Autor: Ahmad andalusí
«Aljamiado», nuevo libro de Ibrahim Al-Jabin
El autor decidió llamarlo Aljamiado, que significa “la lengua secreta de los árabes andaluces”. El aljamiado era la escritura que utilizaban los moriscos, los musulmanes de Al-Ándalus, obligados a convertirse al cristianismo pocos años después de la rendición de Granada en 1492. Para el autor, las circunstancias de Andalucía en ese momento son similares a las que Siria presenció en la última década y en la actualidad, así como por el vínculo entre el pasado y el presente. La revista Baynana entrevistó al escritor para conocer los detalles más interesantes sobre la novela, y también el alcance y los motivos para abordar la historia de Andalucía.
Cuaderno didáctico Antonio de Nebrija
Antonio de Nebrija fue un gran renovador de la universidad y de los estudios de su tiempo: trajo a España el aire del humanismo italiano, luchó por modernizar la forma de estudiar latín en las universidades, reclamó la libertad de interpretación y escribió la primera gramática completa del castellano. Fue un hombre moderno y descolló respecto a otros estudiosos de su tiempo.
El sabio andaluz revolucionó las aulas universitarias de su época. Con su obra Introductiones latinae (Introducciones latinas) permitió que los estudiantes contaran con un manual para la enseñanza del latín que nada tenía que ver con los voluminosos y complejos libros que se habían manejado en la Edad Media. Nebrija apostó por la sencillez y convirtió esa obra en el libro más popular entre los estudiantes que comenzaron a llamarlo coloquialmente “El Antonio”. Pero su obra más trascendente fue la “Gramática”, un libro publicado en 1492 -año del descubrimiento de América- que convierte al castellano en la primera de las lenguas vulgares en estar sujeta a reglas dándole así el prestigio de las lenguas cultas como el latín o el griego. De hecho, hasta mucho más tarde, el resto de lenguas vulgares no tendrá una gramática: el italiano en 1525, el francés en 1550 o el inglés en 1586.
LA AUTOIDENTIDAD DE LA MUJER MUSULMANA
Este texto quiere ser una investigación pedagógica estructurada históricamente sobre la condición de la mujer árabe y musulmana, y tiene como objetivo el de explicar cómo las primeras mujeres musulmanas y las contemporáneas están lejos de la operación de interpretar el texto coránico, aunque la mayor parte de este texto sugiere el desarrollo de las relaciones entre géneros, en las sociedades musulmanas, para la realización de la justicia y la equidad entre hombre y mujer. Por ejemplo, ¿por qué Aisha y Hafsa (que Dios esté satisfecho con ellas) no son mencionadas entre los comentaristas del Corán, y no buscamos un comentario escrito que las cite, a pesar del hecho de que la primera vivió durante el descenso del Corán y la vida del Enviado de Dios, para orientarlo en su vida cotidiana y política, y a pesar de que la segunda, Hafsa, ha sido una de las primeras lectoras del Corán y de los que lo aprendieron, y conocía todo el texto y la pronunciación perfectamente, y por qué estas dos mujeres quedaron detrás de los primeros compañeros del Profeta cuando se trató de decidir sus sucesores?… La razón, en mi opinión, es que no se ponía confianza en ellas, a pesar de las muchas indicaciones de precisión, en particular en los hadices, 2 porque eran mujeres, porque aun los primeros musulmanes no eran inmunes al problema del machismo bajo la presión social tribal que permanece aun hoy día.
La luz que fuimos
Córdoba, 1009. El pueblo de la que entonces era la capital del mundo se levantó en armas contra la tiranía de los hijos de Almanzor, respaldada por mercenarios e integristas. Dicha rebelión no fue fruto de un malestar súbito, sino el corolario de un movimiento planificado y gestado en la clandestinidad por una suerte de asamblea o consejo. Aquella revolución vertebraría en el plano político la sociedad, dando lugar a la creación de un ejército propio e integrándose en el gobierno naciente. Pero el afán de los partidarios de la dictadura por recobrar el poder y la resistencia del pueblo de Córdoba a perderlo desembocaron en una guerra civil larga y cruenta, que malograría la grandiosidad de Medina Azahira, de Medina Azahara y del mismo califato omeya, con la proclamación de la república en 1031. Nada en el futuro volvería a ser como antes.